Más de 200 filósofos de tres generaciones distintas, se han dado cita en Barcelona, durante la celebración del VIII Congreso de Filosofía de la SAF (Sociedad Académica de Filosofía). La cita se dedicó a la memoria de Eugenio Trías, uno de nuestros filósofos más especulativos, y reunió en torno a una mesa redonda a tres de sus más cercanos discípulos: Patxi Lanceros (U.Deusto), Juan Alberto Sucasas (U.La Coruña) y Fernando Pérez Borbujo (UPF). Moderada por la entonces presidenta de la SAF y directora del Congreso. Teresa Oñate (UNED), se reflexionó sobre “La Filosofía del Límite” el gran y original legado del filósofo barcelonés al pensamiento crítico. No es éste un límite cargado de negatividad y restricción, sino un espacio que se repliega y despliega y da cuenta de la alteridad y el reconocimiento del otro.
Porque los límites y las fronteras, la patria y la matria, éxodos y refugiados, fueron temas recurrentes a lo largo de la semana. Bajo el título “Refugiados en Tierra de Nadie” Antonio Campillo (REF/UMU) y Samí Naïr (U. PARÍS VIII) nos ofrecieron dos fructíferas conferencias. El profesor Campillo nos colocó en el centro de la reflexión sobre la globalización mediante el concepto “tierra de nadie” a través del cual nos señaló la necesidad de pasar a una relación con la tierra más ecológica e inclusiva: la tierra no nos pertenece, nosotros somos los que pertenecemos a la Tierra.
El profesor Naïr habló de la insostenibilidad social, moral y económica de las políticas de control de fronteras. Alertó sobre la necesidad de que Europa recupere los valores de solidaridad que inspiraron lo mejor de su tradición política.
Ambos estuvieron acompañados por Janet Sanz, Concejala del Ayuntamiento de Barcelona, quien nos recordó la política de acogimiento a los refugiados que se estaba llevando a cabo desde el Ayuntamiento de la ciudad condal.
En el mismo marco, se celebró una mesa dedicada a Feminismos, compuesta por cuatro comprometidas profesoras: Fina Birulés (UB), María José Guerra (ULL), Cristina Sánchez (UAM) y Elvira Burgos (UNIZAR). Se habló sobre la necesidad del reconocimiento de las diferencias, de cómo éstas no debían ser abstraídas sino puestas en valor. También de la violencia de la que seguimos siendo víctimas las mujeres y de la obligación al activismo. Así como del reconocimiento e importancia del papel que estamos ejerciendo frente a la hegemonía neoliberal que destruye nuestro planeta. Las mujeres ya no se quejan, se revelan. Y toda revuelta provoca represión.
El tema que abrió el Congreso fue “La Filosofía de la Historia”. Sobre la necesidad de mirar al pasado en un momento de incertidumbre como el que estamos viviendo, nos habló Manuel Cruz (UB). Pero no se trata de un echar la vista atrás con nostalgia o como si se tratara de visitar un parque temático, sino bajo la consideración de la Historia como una maestra de vida. La Filosofía de la Historia ha de desembocar en una teoría del presente, si no cumple con esto, ni es Filosofía ni es Historia, nos dejó dicho el profesor y político.
Compartió mesa con la maestra de Ética: Victoria Camps (UAB) quien hizo hincapié en el concepto de “responsabilidad” como tema de nuestro tiempo. Pues en este momento solo existe responsabilidad jurídica, hay ausencia de responsabilidad política y social. Es necesario hacerse cargo del pasado y reflexionar sobre los valores que debemos conservar para tomar conciencia y responsabilidad del presente. El tercer ponente: Jesús A. Escudero (UAB) hizo una original conferencia recordando con Heidegger que el hombre está inconcluso, es un ser incompleto que se construye en su relación con el otro y desde el contexto. Muerte y conciencia son los únicos fenómenos propiamente del Sujeto. El profesor encuentra esperanza en la angustia que estamos viviendo. Reconoce en ella una función análoga a la de la epojé o suspensión del juicio. Cuando la angustia acontece, te atrapa, cancela el mundo cotidiano y abre otra posibilidad a una existencia nueva y creativa.
El ineludible tema de las religiones fue tratado por cuatro profesores y expertos que hablaron sobre la experiencia religiosa desde diferentes puntos de vista. El profesor Carlos Gómez (UNED), gran conocedor de la tradición cristiana occidental; la islamóloga Yaratullah Monturiol perteneciente al Consell Assessor per la Diversitat Religiosa; el profesor Vicente Haya (US), gran experto en teología japonesa; y Teresa Oñate (UNED) que nos ofreció una visión de la religiosidad griega de lo divino plural. Entre ellos se establecieron nexos que abrían la posibilidad a espacios de consenso. Porque como nos recuerda la profesora Oñate “no puede el hombre perder el horizonte de pertenencia constituyente de lo eterno, inmanente, inmortal”.
No podía un evento como este dejar de reflexionar sobre las nuevas tecnologías y realizar un juicio crítico a cerca de ellas. El profesor Luis Arenas (UNIZAR) alertó de la anestesia intelectual que provocan las nuevas tecnologías de la comunicación y como los nuevos dispositivos vienen a intervenir y modificar nuestras relaciones sociales. Sin embargo Brais Arribas (UNED) en una visión mucho más optimista, señalaba las posibilidades de emancipación que ofrecían las nuevas tecnologías de la comunicación, permitiendo éstas diluir la creencia de una única historia hegemónica además de hacer audible a los marginados, sentando así las bases de una visión más democrática.
La profesora Mª Antonia González Valerio de la Universidad Autónoma de México, bajo el enunciado “Un tiempo estético: biotecnologías” nos hizo tomar conciencia sobre el hecho de que “ya no hay naturaleza, todo está intervenido”. Desde aquí nos invitó a reflexionar a partir de la pregunta ”¿cómo pensar lo natural, cabe lo técnico?”.
El maestro Felipe Martínez Marzoa, ofreció una lección magistral sobre la Ontología Hermeneútica y la importancia del lenguaje.
Ángel Gabilondo (Presidente de HERCRITIA) fue el encargado de la clausura con su conferencia “El Maestro de Filosofía”. Decía el profesor: “las cosas importantes de la vida, como la de ser maestro de alguien, no lo elige uno. El liderazgo lo deciden los otros no uno mismo y este ser llamado y elegido por los otros es el mayor regalo que uno puede tener”. Señalaba que la acumulación de conocimiento no es suficiente, la sabiduría consiste en saber incorporar los conocimientos a las nuevas condiciones y formas de vida. El buen maestro enseña a aprender y a comprender y a concebir lo comprensible; el buen maestro acompaña en el camino.
También recomendó que no se patrimonializara el pensamiento señalando que el propio Aristóteles no habría sabido si ir por ciencias o letras, a qué universidad o qué carrera elegir. Cerró con estas palabras: “La Filosofía exige insistencia, persistencia, resistencia, consistencia, coherencia y moderación” remarcando la importancia de esta última porque si uno cumple con todas las exigencias previas es fácil dejar de lado la moderación, la tan necesaria mesura como justicia, la escucha de los argumentos, la apertura al otro. De lo que se deduce que el buen profesor no es el que te lleva a la fuente, ni se detiene en ella, ni es experto en abrir grifos, el buen profesor es el que te acompaña, el que va a tu lado en la travesía hacia el manantial.
Siendo esta una idea general de los principales asuntos que allí se trataron, se nos quedan otros muchos en el tintero sin ser por ello menos importantes: Ontología de la actualidad, Hermenéutica, Geopolítica, Filosofía de la Educación, Ética y Filosofía Política, Antropología Filosófica, Historia de la Filosofía, Estética; fueron temáticas en las que se enmarcaron las conferencias desarrollados por los profesores: Iñaki Marieta (ULL), Francisco José Martínez (UNED), Delia Manzanero (URJC), Ángela Sierra (ULL), Javier San Martín (UNED), Félix Duque (UAM), Jacinto Rivera de Rosales (UNED) entre otros. Crearon nuevos conceptos y nos invitaron al cuestionamiento, al diálogo, a la crítica y a la reflexión, en sus inspiradores conferencias.
Los tres objetivos que había fijado la profesora Oñate para este Congreso:
Defender la presencia de la Filosofía y del pensamiento crítico reflexivo en la enseñanza y en todos los ámbitos de la vida social, cultural y política del país.
Reconocer la gran aportación de la Filosofía Catalana al pensamiento crítico y de forma concreta el gran legado de Eugenio Trías.
Y ocuparnos de lo que Ortega llamó “el tema de nuestro tiempo” siendo este el problema del espacio y el tiempo, los límites, las fronteras y los refugiados.
se habían superado con creces y a todos los allí presentes nos ha transformado.
Y para terminar, una pregunta: ¿por qué no quieren oírse estas voces críticas y con fundamento?
Texto: Marisa Alcaide (Comité organizador, VIII Congreso de la SAF)
Imágenes: Marisa Alcaide, Ignacio Escutia (Comité organizador, VIII Congreso de la SAF)