Los cuatro jinetes del Apocalipsis

Por Francisco José Martínez

La guerra atrae solo a quienes no la han vivido (Erasmo de Rotterdam, Adagios, 1500).«

Alberto Durero, Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, 1498.

Cuando hace dos años la pandemia cayó sobre nosotros, los más cultos y/o pedantes del lugar recordaron las palabras de Tucídides sobre la peste, el drama de Edipo Rey causante él mismo de la peste de Tebas por sus crímenes inconscientes, y la huida al campo de la peste que asolaba la ciudad de los protagonistas del Decamerón de Boccaccio, pero entonces aún pudimos decir: ¡Menos mal que nos falta la guerra para tener encima a los cuatro jinetes del Apocalipsis! Desgraciadamente, el cuarto jinete ya está también aquí. Sin entrar en el significado teológico profundo de los caballos apocalípticos, especialmente del blanco cuyo jinete lleva un arco, aquí los retomamos en su sentido más habitual como azotes de los hombres a través de la guerra, el hambre, la peste y la muerte.