El mundo que viene: Giorgio Agamben y la singularidad cualsea
La deriva tanatopolítica de nuestro sistema-mundo, bélico, violento y excluyente, nos sitúa ante la urgencia de reflexionar sobre posibles sistemas-mundos alternativos. Nuestro sistema-mundo voraz, de progreso -económico- ilimitado, se arriesga a desplazarse -o como algunos autores sugieren, ese es su inevitable destino- hacia un sistema autoinmunitario que fagocite el propio sistema-mundo que intenta proteger. Un sistema que definiremos como autoinmunitario porque se alimenta de muerte -a través de la protección de fronteras, de la destrucción de comunidades para entregar ese espacio a la producción económica- pero, sobre todo, porque la vida que protege -el sistemamundo- está potencialmente prometida a la muerte. Un sistema destructivo que se revela aniquilándose.