PANDEMIA, GEOPOLÍTICA Y DEMOCRACIA. ¿EL FUTURO CONTRA EL PRESENTE?
Retorna el miedo ante el naufragio de una narrativa, que, -hasta ayer-, prometía un nuevo paradigma de humanidad en un mundo, igualmente, nuevo. Traía consigo un futuro de certezas. No de incertidumbres y temores, como ahora. Un mundo, en fin, -aclara Gerard Imbert – en el que «(…) lo humanoya no funciona como valor”, dado que constituía el ideal de lo frágil y fugaz. Lo perecedero.